Vive la memoria como luz que viaja a través del tiempo. Nuestra identidad es un territorio tapizado de diferentes materiales: el corpóreo, el líquido que todo anima, los derivados plásticos, las esencias espirituosas, lo invisible. En conjunto una trama siempre orgánica que lo mismo brota del apareamiento que de la obra misma. Esta es la bitácora de una celebración que nunca termina.

viernes, 17 de abril de 2009

Bendita


Para reconciliarnos con el alma, la pila. 
Para reconocernos, el acto de fe.
Para vivir en paz y con sustento, nos disolvemos en la unidad,
en el espejo infinito del agua universal.




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