Sueño en blanco y negro, que la vida se pintó de colores, que no hay alguien que ría o que llore.
Y al cruzar el puente... ¿la memoria o el olvido?
Vive la memoria como luz que viaja a través del tiempo. Nuestra identidad es un territorio tapizado de diferentes materiales: el corpóreo, el líquido que todo anima, los derivados plásticos, las esencias espirituosas, lo invisible. En conjunto una trama siempre orgánica que lo mismo brota del apareamiento que de la obra misma. Esta es la bitácora de una celebración que nunca termina.
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