Al anochecer recordaba y olía a Veracruz. En las mañanas soñaba con el Papaloapan y sudaba como en Tlacotalpan.
Estaba en Sevilla y me decía que así podía ser el Puerto si guardaramos los tesoros que esculpe la historia. La pasión a la menor provocación hace chispa.
Veracruz y Andalucía bordadas en la misma mantilla con caricias de fiesta y carnaval.
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