Vive la memoria como luz que viaja a través del tiempo. Nuestra identidad es un territorio tapizado de diferentes materiales: el corpóreo, el líquido que todo anima, los derivados plásticos, las esencias espirituosas, lo invisible. En conjunto una trama siempre orgánica que lo mismo brota del apareamiento que de la obra misma. Esta es la bitácora de una celebración que nunca termina.

jueves, 2 de abril de 2009

Sevillana


Comprendo que en Sevilla un gringo se haga torero, que una mujer se convierta en diosa,
que los aromas se filtren por la piel transformando a un místico en pecador.

Ni la noche se va cuando llega el día, como tampoco él la deja. No existe presente ni futuro, el tiempo llegó para nunca irse. 

El calor embruja y se vive igual la muerte que la gota de pasión más erótica, un grito con la fuerza del silencio, llama exquisita.


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