Vive la memoria como luz que viaja a través del tiempo. Nuestra identidad es un territorio tapizado de diferentes materiales: el corpóreo, el líquido que todo anima, los derivados plásticos, las esencias espirituosas, lo invisible. En conjunto una trama siempre orgánica que lo mismo brota del apareamiento que de la obra misma. Esta es la bitácora de una celebración que nunca termina.

jueves, 2 de abril de 2009

La mar






La encuentro, aunque no la bebo me refresca, origen y destino.
Cura mis heridas, jugamos, nos dejamos ir y luego el abrazo.
Canta, danza, acaricia mi sueño. Sales en mis lágrimas, 
me desnudas y luego borras las huellas, me tragas 
para luego dejarme en la orilla.



No hay comentarios:

Publicar un comentario